El 18 de agosto de 1576, los consejeros de la ciudad de Barcelona firmaron unas capitulaciones con el maestro de obras Bartomeu Brufal para la construcción de un nuevo portal en el monasterio por el precio de 200 libras barcelonesas. Encima de la puerta debía esculpirse el escudo de la ciudad de Barcelona.
A partir de la segunda mitad del siglo XVI, se llevaron a cabo numerosas intervenciones en el monasterio, muchas de ellas sufragadas por el Consejo de Ciento de la ciudad de Barcelona. Una de las más relevantes fue la construcción de un nuevo portal de acceso al monasterio que se adelantaba al ya existente, correspondiente al momento fundacional. Esta actuación se alineaba con las demás, encaminadas a reforzar la clausura del monasterio.
En abril de 1576, el Consejo de Ciento empezó a deliberar sobre la conveniencia de construir el portal y, finalmente, el 18 de agosto de aquel mismo año, se firmó un contrato con el maestro de obras Bartomeu Brufal para la ejecución de la obra por un precio de 200 libras barcelonesas. Entre el nuevo portal y el anterior se creaba un vestíbulo nuevo, al que posteriormente se trasladaría el torno. Con esta obra se iniciaban una serie de actuaciones que, a lo largo de los años siguientes, cambiarían el aspecto exterior de esta parte del monasterio.
Desde muy antiguo, existía un vestíbulo de acceso al monasterio situado en el claustro, entre la iglesia y el capítulo. A principios del siglo XVI, los consejeros de la ciudad pagaron la ampliación de este espacio, y se construyó un nuevo gran portal de medio punto coronado con el escudo de la ciudad de Barcelona.
Como todo monasterio de clausura, Pedralbes contaba con muy pocos accesos desde el exterior que, además, eran extremadamente privativos, reservados únicamente a la abadesa, a los frailes que asistían espiritualmente a las monjas y a algunas otras personas que gozaban de permisos especiales. En un momento en que los portales del camino de Esplugues y de la cocina habían quedado absorbidos dentro de la clausura, el portal del claustro se convirtió en el acceso principal. En este contexto, se construyó el vestíbulo actual y un sistema de torno asociado a los contrafuertes de la cabecera de la iglesia. La importancia de esta obra radica en que fue financiada íntegramente y de forma directa por los consejeros de la ciudad. Esto explicaría que la nueva puerta mayor del monasterio esté coronada con el escudo del Consejo Municipal. El actual aspecto del vestíbulo data de la restauración que en 1924 llevó a cabo el arquitecto Jeroni Martorell i Terrats.