El nuevo portal del monasterio
El portal de los Consejeros debe su nombre precisamente a que fue sufragado por el Consejo Municipal. Para dejar constancia de este hecho, se dispuso colocar el escudo de armas de la ciudad en la clave de la puerta. Las reformas posteriores y una posible modificación del proyecto son la razón por la cual la descripción del proyecto de 1576 no se adecua a la estructura que se observa en la actualidad.
El escudo de armas de la ciudad de Barcelona
El escudo de la ciudad es una combinación de la cruz de San Jorge, patrón del Casal de Barcelona, y los palos del Casal de Barcelona (Casa Condal). Aunque se suele representar con cuatro palos, en algunas épocas se reprodujo solo con dos, siendo este escudo de Pedralbes buena muestra de ello. En el contrato de obras constaba que el maestro de obras estaba obligado a realizar «rellevades o encastades en lo mig de la dita pedra les armes de la dita ciutat tant grans com sera la dita pedra de ample ab la proportio que deu de manera que parega les dites armes».
El nuevo vestíbulo del torno
La construcción del portal de los Consejeros supuso la creación de una nueva crujía en la vertiente más oriental del monasterio. Este nuevo ámbito, adosado a la sacristía de la iglesia, se configuró como un vestíbulo al que en el año 1923 se trasladó el torno, que hasta entonces se encontraba en la sacristía. Este elemento servía para realizar los intercambios entre el monasterio y el mundo exterior manteniendo las estrictas normas de la clausura, que prohibían cualquier contacto personal con el exterior.
El vestíbulo desde 1924
La fisonomía que presenta en la actualidad el vestíbulo, al que se accede una vez atravesado el portal de los Consejeros, es resultado de un proyecto de principios del siglo XX. Si ya en 1923 se trasladó aquí el torno, en el año 1924 se llevaron a cabo una serie de obras para completarlo, entre ellas tapiar la antigua puerta de acceso a una cuadra, reforzar la bóveda que amenazaba con desplomarse, colocar un nuevo pavimento de piedra y construir el banco de piedra aprovechando un fregadero que se dispuso de lado, así como los arrimaderos de azulejos y, por último, el farol, la campana y el timbre.
