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Mujeres y religiones, la espiritualidad como punto de encuentro
La OAR trabaja para dar a conocer la pluralidad de creencias existente en la ciudad y el Monasterio de Pedralbes es un lugar en el que las mujeres históricamente han vivido la espiritualidad como eje central de su existencia.
Ambas entidades han unido esfuerzos y este verano han impulsado un proyecto de diálogo entre mujeres, enfatizando la perspectiva femenina a menudo invisible. Este proyecto se ha materializado en cuatro encuentros previos, a puerta cerrada, que han permitido el intercambio de experiencias, necesidades, expectativas e intereses actuales, de mujeres de diferentes convicciones y espiritualidades. El monasterio se convierte, de manera natural, en un punto de encuentro de mujeres que, a pesar de provenir de tradiciones culturales y creencias diferentes, viven espiritualmente su día a día.
Mujeres y religiones: la espiritualidad como punto de encuentro es la culminación del proyecto, con un diálogo abierto al público el próximo 7 de noviembre en la que el hilo conductor será la espiritualidad a través de la experiencia vivida de las diferentes mujeres. El proyecto ha sido coordinado y conducido por la periodista Txell Bonet, que también será la encargada de dinamizar el diálogo.
En este proyecto han participado voluntariamente 25 mujeres de diferentes convicciones: Brahma Kumaris, budismo, catolicismo, cristianismo evangélico, cristianismo ortodoxo, fe bahá'í, hinduismo, islam, judaísmo y taoísmo.
Esta gran diversidad de las mujeres participantes es un reflejo de la Barcelona actual, grande y plural en religiones, confesiones y convicciones. En el 2018 se contabilizaron más de 550 centros de culto en la ciudad, de 23 tradiciones diferentes. No hay dos centros de culto iguales: encontramos comunidades pequeñas y otras con miles de fieles; existen comunidades históricas que este año celebrarán 150 años y otras de reciente creación; sus miembros hablan decenas de lenguas y se organizan de maneras muy diversas. Hablamos de diferencias doctrinales, lingüísticas, culturales, sociales y de maneras de vivir la espiritualidad. Toda esta pluralidad, interna y externa, dibuja la imagen actual de Barcelona, rica y heterogénea.
