La gata Lluna del Monasterio de Pedralbes

Hace un montón de años vivía al monasterio de Pedralbes una gata: se decía Lluna, corría por todas partes y era muy golosa. Un día entró a la cocina e hizo una de muy gorda. La hermana María la riñó de lo lindo y le dijo que la quería a su lado todo el rato: la tendría que ayudar en todo el que ella le pidiera y llevarse muy bien. Lo que ninguna de las dos se esperaba es que, bien pronto, se encontrarían un buen misterio para resolver: en la fresquera, en el refectorio, en las procuras, en los lavaderos e incluso, en el huerto, harían un descubrimiento muy curioso.