La remodelación del dormitorio recupera la perspectiva de la estructura arquitectónica, a la vez que establece un nuevo diálogo entre el espacio y los objetos del tesoro del monasterio. Se trata de una colección heterogénea de bienes muebles, propiedad de la comunidad de monjas clarisas, con piezas de arte religioso y de uso cotidiano de una amplia cronología y procedencia que llegaron al monasterio como fruto de las donaciones reales en el momento de la fundación o bien por encargo de la comunidad o como donaciones de las mismas religiosas y de personas vinculadas con el monasterio.
La visita a los tesoros construye la historia de la comunidad a través de sus objetos: los personajes destacados en la trayectoria histórica del monasterio, las relaciones con el exterior, su mundo devocional, la vida cotidiana dentro del cenobio e incluso los gustos personales.