Títol
Meditación La luna de Loto
Veo la flor de cerezo;
¡Oh! como la envidio!
De acuerdo con su naturaleza,
una vez abierta,
toda ella esponerosa
cae la flor enseguida.
(Rengetsu)
Para los japoneses, la flor del cerezo es símbolo de la naturaleza transitoria de la vida, bella pero efímera. Hanami, la contemplación de las flores de cerezo al inicio de la primavera, celebra la belleza de la vida y al mismo tiempo la tristeza por su fugacidad. La meditación zen nos invita a apreciar el incesante ciclo de vida y muerte: el florecimiento en primavera, el verdor del verano, las hojas rojas en otoño y la desnudez de las ramas en invierno, año tras año. Bajo la luz de la luna, en el tránsito del invierno en primavera, la voz poética de Ōtagaki Rengetsu nos invita a vivir la contemplación del claustro como experiencia de la impermanencia y del vacío (sunyata) de todos los fenómenos. La apertura al silencio del zazen, el canto de las sutras recitadas en su lengua, y el sonido de la flauta de shakuhachi nos abre a una nueva percepción de esta realidad. La presencia del Espíritu que habita en el aquí y el ahora de cada momento y que se hace manifestación clara dentro del ámbito del monasterio.
Profesoras: Berta Meneses, religiosa filipense y maestra zen, y Carina Mora, coordinadora del Área de Espiritualidad de la Casa San Felipe Neri