Los vitrales góticos del monasterio

de Santa Maria de Pedralbes

Los vitrales góticos de Santa María de Pedralbes forman un conjunto excepcional y único. Pensada como un todo homogéneo, conserva la vidriería original del presbiterio, de la capilla de San Pedro, de varios rosetones de la nave y de algunas tracerías y detalles de los demás ventanales del templo y de la sala capitular.

El arte de la vidriería alcanzó una destacada originalidad y un gran desarrollo en la Cataluña medieval, coincidiendo con la expansión de la arquitectura gótica. La iglesia de Pedralbes empezó a construirse en el año 1326, y el cierre con bóveda de crucería, probablemente de mediados del siglo XIV, debió facilitar la colocación de los vitrales decorativos. La falta de datos documentales concretos impide precisar cuándo se instalaron y quién fue su autor. No obstante, las características técnicas y compositivas de los vidrios, con un estilo lineal y expresionista de pincelada corta y con fuerza, vinculan este conjunto a la obra de un taller local con influencias del norte de Europa e italianizantes. A lo largo del siglo XV, distintos vitraleros instalados en Barcelona, como Terri de Metz o Gil Fontanet, trabajaron en el monasterio adaptando o arreglando vidrieras de la iglesia.

Las imágenes del Creador, la Virgen con el Niño, la crucifixión, ángeles, santos y apóstoles, así como motivos geométricos, heráldicos y arquitectónicos, constituyen el programa iconográfico del conjunto medieval de Pedralbes.

 

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Vitral de la Virgen con el Niño.

Josep Gri