El retablo barroco de la iglesia de Pedralbes
El altar mayor de la iglesia había estado presidido por un gran retablo barroco ejecutado hacia el año 1710. Dos hermanas de la comunidad, sor Helena Lladó y sor Teresa Saiol, contribuyeron a su financiación. La restauración del templo de finales de siglo XIX, así como el cambio de modas, fueron los motivos por los que el retablo fue sustituido por uno neogótico.
El arte barroco impuso en Cataluña una tipología de retablo monumental que fue desarrollándose a lo largo del siglo XVII, y en el XVIII se manifestó con extraordinario esplendor. Los retablos constituían un escaparate de las creencias y devociones de los fieles que los encargaban, así como un medio de adoctrinamiento y de comunicación de la sociedad surgida con la Contrarreforma.
El retablo de Pedralbes «barroch y agegantat, plé de sants y fruytes y flors y besties de tots colors tenint pintada en la cortina del Sagrari la Santa Fundadora de les Clarisses» ocupaba la altura del presbiterio hasta los ventanales. Dedicado a la Virgen, estaba concebido con dos cuerpos, superpuestos sobre una predela, y tres calles verticales, todo ello separado por entablamentos y columnas salomónicas. Se desconoce su autoría, pero los estudios de retablística barroca lo han aproximado a los esquemas compositivos del escultor Andreu Sala. Los únicos vestigios conservados son un san José con el Niño y un escudo de Pedralbes.
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Retablo mayor de la iglesia del monasterio poco antes de ser desmontado para ser sustituido por el retablo neogótico que presidió el altar hasta el año 1936.
AFB - Mn. Josep Mas 11B8K5001, c. 1894