La fisonomía de los nuevos volúmenes
El mirador y la celda de San Rafael, así como el archivo del monasterio, están situados en el ala norte del claustro, en un cuerpo adosado al muro norte del antiguo dormitorio de las monjas, ocupando el espacio de seis contrafuertes y abierto al denominado «Jardín de la Virgen de Lourdes», una antigua zona de huertos particulares y dependencias religiosas. Construido con un paramento de sillares bastante regulares, consta de cinco aberturas a la planta inferior y una cubierta a dos aguas, mientras que el cuerpo del mirador dispone de un paramento mixto en sus tres fachadas y una cubierta a cuatro aguas de ladrillo y hierro, revestida exteriormente con tejas vidriadas blancas pintadas de azul.
Recuperando el esplendor del mirador
En el año 2009, se llevó a cabo la restauración del mirador de San Rafael. El estado de deterioro que presentaba determinó al monasterio a desarrollar un programa de actuación que incluyó la limpieza y la consolidación de la estructura y de los elementos históricos conservados. El revestimiento de mortero exterior fue sustituido por el acabado que presenta en la actualidad para proteger el muro, y se limpió la cubierta cerámica a fin de recuperar sus colores blancos y azules.
El interior de la celda de San Rafael
Las paredes de la celda de San Rafael están revestidas con yeso, imitando sillares de piedra con encintado. En el muro sur se sitúa un altar decorado con motivos renacentistas, en cuyo centro, y dentro de un encuadramiento de yeso —coronado por una pechina flanqueada por dos copas con flores—, hay una reproducción de un cuadro con la escena de Tobías y el arcángel Rafael. La obra original se expone en la actualidad en la sala de exposiciones del monasterio, en el antiguo dormitorio de las monjas.
La bóveda de la celda de San Rafael
La celda de San Rafael está cubierta con una variación de la bóveda estrellada, probablemente de yeso y ladrillo, con medallones o claves de bóveda en cada uno de los extremos de los arcos, que muestran relieves figurados de los cuatro apóstoles y de escenas del Nuevo Testamento. El escudo en la clave de bóveda principal presenta decoración pictórica.
El mirador de San Rafael
El mirador es un espacio rectangular de reducidas dimensiones con una única abertura cuadrada con celosía de piedra en cada una de las fachadas laterales, a excepción de la fachada sur, que se abre al claustro y que en la actualidad tiene tres ventanas de realización contemporánea. La hornacina enmarcada por un arco sostenido por dos finas columnas se incluye dentro de la tendencia clasicista presente en la ornamentación de todo este sector. El conjunto está cerrado con una cubierta a cuatro aguas, de ladrillo y hierro, revestida exteriormente con tejas vidriadas blancas pintadas de azul.
Tobías y el arcángel Rafael
Pintura al óleo de la primera mitad del siglo XVII, de autor anónimo y procedencia desconocida, aunque probablemente sea de manufactura hispánica. Durante años presidió el altar de la estancia del archivo histórico de la comunidad, la denominada «celda de San Rafael». Quizá el nombre de la sala sea el motivo por el cual se colocó esta representación, ya que el tema del cuadro y la función del ámbito no tienen nada en común. Artísticamente, se trata de una obra en la que las emociones, la gesticulación y el cromatismo se muestran amortiguados y armoniosos.