La sala del dormitorio
La sala del dormitorio se proyectó en origen como un espacio diáfano con arcos diafragma, cubierta a dos aguas y ventanas a nivel de bajo cubierta en el muro meridional. Ya desde principios del siglo XV sufrió numerosas reformas, como por ejemplo la elevación del nivel del suelo para aislar el pavimento del frío y la humedad del terreno donde se asienta, así como la construcción en el siglo XVI del techo de madera que puede observarse hoy día con motivo de la construcción de un nuevo nivel destinado a acoger varias capillas.
Vista del cuerpo del dormitorio desde la cubierta de la iglesia
Una vista general del cuerpo del dormitorio permite observar su estructura, ligeramente distinta de la del resto de las galerías del claustro. En el dormitorio —a diferencia del refectorio y de la enfermería—, los contrafuertes suben por encima del tejado del segundo piso del claustro y están rematados por pináculos. Centradas en los paños de muro entre los contrafuertes, pueden observarse las ventanas superiores, de las que solo es visible el coronamiento a consecuencia de la construcción del tejado del segundo piso del claustro.
Puerta de acceso al dormitorio desde la sala del Ángel
Originariamente, el acceso al dormitorio se realizaba por la puerta adovelada localizada en la sala del Ángel. Debió de ser precisamente la orografía del terreno el factor que condicionó el desarrollo del dormitorio en la planta piso, y teniendo en cuenta que en este proyecto inicial el primer piso del claustro no estaba construido aún, todas las comunicaciones entre espacios serían interiores. Por ello esta puerta a la sala del Ángel constituía uno de los pasos principales del primer núcleo del cenobio y permitía la comunicación entre la iglesia y el dormitorio.
Puerta de acceso desde el primer piso del claustro
En el primer cuarto del siglo XV se llevaron a cabo varias obras en el dormitorio, entre otras, la apertura de esta puerta al muro del claustro. Su construcción permite deducir que en aquellos momentos el primer piso del claustro ya estaría en funcionamiento, de modo que seguramente era posible realizar un recorrido exterior y acceder a distintas estancias de este nivel.
Cuerpo de ventanas del dormitorio en el segundo piso del claustro
En el muro meridional del dormitorio, justo por debajo del nivel de cubierta, se encuentra el cuerpo de ventanas originales de la estancia. La estructura de estas ventanas, planteadas en origen como unas grandes aberturas que permitiesen iluminar el dormitorio casi de forma cenital, quedó escondida en gran parte con la culminación del segundo piso del claustro en el siglo XVI. El nuevo tejado redujo considerablemente la cantidad de luz que recibía el dormitorio, por lo que debieron abrirse ventanas en el muro septentrional.
Cuerpo de ventanas del dormitorio en la planta piso del claustro
En el muro meridional, a nivel del primer piso del claustro, pueden observarse una serie de pequeñas aberturas rectangulares y con rejas de hierro —hoy tapiadas—, que constituían un segundo cuerpo de ventanas del dormitorio en la planta piso. Estas aberturas estaban centradas en los tramos de muro entre contrafuertes.