El programa iconográfico de la capilla
Se conserva un primer contrato de 1343 que no llegó a ejecutarse. En el contrato de 1346 se especificaba que Ferrer Bassa debía pintar la capilla de San Miguel de la abadesa Francesca ça Portella con la representación de los siete gozos de la Virgen, la pasión de Cristo, distintos santos, entre ellos san Miguel, y un Cristo en majestad con dos ángeles sobre la puerta. La obra debía ser pintada al óleo, y los nimbos de las imágenes tenían que ser de oro bueno. Sin embargo, el pintor empleó una técnica mixta que combina el fresco y el seco y corladura de plata para los dorados. También añadió la representación de varios santos que no constaban en el contrato: san Narciso, san Esteban, santa Isabel de Hungría, san Alejo, santa Inés, san Honorato y san Domnino. Las cortinas que estaban previstas para el arrimadero fueron sustituidas por marmolados.
San Miguel pesando las almas, capilla de San Miguel (1346). Pintura mural, técnica mixta de fresco y seco
San Miguel arcángel con la báscula lleva a cabo la acción del pesaje de los méritos y las malas acciones de los difuntos para determinar su ingreso en el paraíso o en el infierno. La advocación de la capilla dedicada a san Miguel, el arcángel pesando las almas en el purgatorio, y la proximidad de la tumba de la reina Elisenda hacen pensar en una función funeraria del espacio. La abadesa Francesca ça Portella debía de utilizar la capilla para la oración y la meditación con objeto de prepararse para su «juicio individual» antes de la muerte.
La técnica del estarcido
Técnica de transferencia del dibujo que consiste en aplicar el spolvero por encima de una plantilla perforada. En el caso de las pinturas de la capilla de San Miguel, la plantilla debía de ser de pergamino o bien de papel de algodón tratado con aceites secantes. La técnica del estarcido se empleó en la realización de la cenefa que imita el opus cosmatesc que enmarca las escenas del intradós de la entrada, y también para las estrellas del techo.
La técnica del trazado con cordelillo
La técnica del trazado con cordelillo permite realizar marcas de líneas rectas mediante un tendel, un cordel impregnado en pigmento que se bate y, al golpear la pared, deja en ella una marca. En la capilla de San Miguel se empleó para diseñar la composición de los espacios de las escenas, así como para marcar estructuras rectilíneas y realizar dibujos geométricos. En varias zonas de la capilla, distintas marcas incisas en el muro denotan que esta técnica fue utilizada estando tierno aún el inconato.
La técnica del compás
La técnica del compás se empleaba para la preparación de dibujos geométricos y para la obtención de puntos de referencia en la creación de planos horizontales. En la capilla de San Miguel, el compás se ha usado para el diseño de los arcos de las ventanas góticas presentes en los elementos arquitectónicos que enmarcan algunas de las escenas, así como en los nimbos de los personajes.